El pasado mes de enero de 2019 la Dirección General de Energía de la Comisión Europea presentó un interesante informe sobre el impacto de los precios de la energía en los países europeos, elaborado por Trinomics. Bajo el título “Study on Energy Prices, Costs and Subsidies and their Impact on Industry and Households”, la Comisión Europea quiere llamar la atención sobre las consecuencias de los elevados precios de la energía para la competitividad de las industrias europeas en relación a otros países competidores.
Este informe ha recopilado datos de precios de los mercados mayoristas y minoristas de los países de la UE y del G20 para electricidad, gas natural y productos derivados del petróleo en los últimos años.
Figura 1. Precios medios ponderados de electricidad y gas natural de los países de la UE y del G20
La figura 1 muestra que los precios de los mercados mayoristas (wholesale) de electricidad y gas natural en la UE suelen estar cerca de la media de los países del G20. Sin embargo, los precios finales de la energía para los consumidores industriales y especialmente para los consumidores domésticos son, por lo general, muy superiores a la media del G20, principalmente impulsados por impuestos y otros gravámenes.
Los precios de la energía EN lA industria DE EUROPA son superiores a la media del G20
La amenaza a la competitividad industrial europea es evidente. Los principales socios comerciales de la UE tienen precios de gas y electricidad más bajos que los que afrontan los sectores industriales en la UE. Sin embargo, el diferencial en los precios de la energía entre las industrias de la UE y las no pertenecientes a la UE se está estrechando, aunque todavía el precio de la electricidad es un 30% superior en la UE respecto a los socios comerciales fuera de la UE.
Al evaluar los costes y precios de la energía para la industria en la UE y sus principales socios comerciales, el estudio ha encontrado que en el período 2008-2015 los costes de energía para los sectores industriales de manufactura constituyeron aproximadamente entre el 1% y el 10% de los costes totales de producción, aunque hay algunos sectores donde el coste excede significativamente el 10% (papeleras, cementeras, siderúrgicas, fabricantes de materiales de construcción, transporte y otros). Sin embargo, en la mayoría de los sectores industriales, excepto en las refinerías, ha disminuido el porcentaje que representan los costes de la energía respecto a los costes totales de producción.
La mayor disminución de la participación de los costes energéticos en los costes de producción se produjo en las cementeras, pasando del 22% al 16% (-6%). También en otros sectores con elevado consumo de energía, como el de materiales de construcción (-4%), pulpa y papel (4%), vidrio (-1.7%) y hierro y acero (-1,7%).
En términos generales, se produjo un 8% de reducción de los costes energéticos de la industria de la UE durante el período 2010-2015, a pesar del aumento en los precios de la energía. El informe analiza la influencia de distintos factores en esta reducción:
- el aumento de los precios de la energía contribuyó a un aumento del 7% en los costes energéticos;
- los cambios en los niveles de producción tuvieron un impacto casi nulo en los costes de la energía;
- la reducción de la intensidad energética contribuyó a un ahorro del 4% en el coste energético;
- otros factores sin explicación analítica fueron responsables de un ahorro de energía del 10%.
Según los datos de Eurostat, los únicos sectores industriales consumidores intensivos de energía que sufrieron un aumento en los costes energéticos entre 2010 y 2015 fueron: fabricación de productos abrasivos y productos minerales no metálicos (C239), fabricación de otros productos de porcelana y cerámica (C234) y serrado y tratamiento industrial de madera (C161). En estos casos, el incremento de costes energéticos fue impulsado por el aumento de los precios de la energía, que superaron los ahorros de costes debido a las mejoras en la intensidad energética.
Por otro lado, los costes de la energía se redujeron sustancialmente en varias industrias intensivas en energía, incluidas fabricación de cemento, cal y yeso (C235), fabricación de hierro y acero básicos y de ferroaleaciones (C241) y fabricación de fibras artificiales (C206), donde se produjo una reducción de más del 25% entre 2010 y 2015.
El aumento de costes energéticos se produjo con más intensidad en industrias que consumen menos energía, como la fabricación de vehículos de transporte (C30) y la fabricación de motores para vehículos (C29), aunque se puede explicar por el incremento de la producción de estos sectores industriales.
En conclusión, la fiscalidad de los precios de la energía en la Unión Europea supone una importante barrera para la competitividad de nuestras empresas, que por otro lado están desarrollando enormes esfuerzos por mejorar la eficiencia energética de sus procesos con objeto de reducir el impacto de dichos precios en sus costes productivos.
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