Con la llegada del frío, puede que estés pensando en instalar un nuevo método para calentar tu hogar que ofrezca una mejor autonomía a la par que mayor ahorro y bienestar para tu familia. Entre las diversas opciones por las que te puedes decantar se encuentra la bomba de calor, muy popular en el norte de Europa y cada vez más en España. ¡Vamos a conocer en qué consiste y todas sus ventajas!

 

¿Qué es una bomba de calor?

Una bomba de calor no es más que una maquinaria térmica que transporta energía en forma de calor de un ambiente (aire, agua o suelo) a otro, es decir, cuenta con un funcionamiento termodinámico. Esta alternativa de calefacción consigue la temperatura adecuada en cualquier tipo de espacio y durante cualquier estación del año. Además, es renovable, sostenible y económica, ¡qué más se puede pedir!

 

Cómo genera calor una bomba de calor

Las bombas de calor están formadas por un evaporador, un compresor, un condensador y una válvula de expansión. Son capaces de extraer calor de fuentes externas y gratuitas gracias a que, por una parte, en su interior contienen un circuito lleno de líquido refrigerante que absorbe el calor ya sea del aire, del suelo o del agua, transformándolo en vapor; y por otra, debido a que su funcionamiento se rige por los principios esenciales de la termodinámica. Dependiendo de qué fuente extraigan el calor, pueden ser aerotérmicas, geotérmicas e hidrómicas. Todo el proceso se divide en varias fases:

  • En primer lugar, el aire del ambiente se aspira a través del evaporador, siendo absorbido por el líquido refrigerante. Este se transforma en vapor y el aire sale a menor temperatura.
  • El fluido refrigerante, ya en forma de vapor, baja al compresor, que aumenta su temperatura.
  • El vapor, ahora con una alta temperatura, pasa al agua acumulada.
  • Por último, este líquido refrigerante vuelve a su estado líquido inicial y se transfiere de nuevo al evaporador, listo para volver comenzar el proceso.
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    Tipos de bombas de calor

    Como ya hemos mencionado en el apartado anterior, las bombas de calor son capaces de extraer calor de diferentes ambientes. En función de esto, se pueden clasificar en:

    • Bomba de calor aerotérmica aire-aire: el calor que se extrae del aire pasa al aire del local o espacio que se desee calentar. Es el método que usan los aparatos de aire acondicionado, y quizás el más conocido y usado ahora mismo en los hogares españoles.
    • Bomba de calor aire-agua: la bomba toma el calor del aire y lo transfiere a un circuito lleno de agua en un suelo o techo radiante o refrigerante, ventilo convectores, aerotermos, acumuladores de Agua Caliente Sanitaria o radiadores de baja temperatura.
    • Bomba de calor agua-agua: extrae la energía del agua gracias a sus circuitos hidráulicos y la hierven para su uso en sistemas de calefacción y/o agua caliente.
    • Bomba de calor tierra-agua: como su propio nombre indica, en este caso el calor es extraído del terreno gracias a un fluido especial caloportador que lo transmite al circuito refrigerante.
    • Bomba de calor tierra-aire: usan la energía que se obtiene de la tierra para calentar o enfriar el ambiente a través de aire acondicionado.

    Del mismo modo, las bombas de calor se pueden dividir en diferentes tipos dependiendo del sentido que tenga su funcionamiento:

    • Reversibles: pueden enfriar o calentar. Su mecanismo es capaz de realizar ambas funciones.
    • Solo calefacción: el circuito solo funciona en una dirección, pudiendo solo calentar.
    • Ambivalentes: permiten el uso de agua caliente y de refrigeración al mismo tiempo.

     

    Consumo de la bomba de calor

    El uso de las bombas de agua cada vez es mayor España, puesto que cada vez son más quienes buscan una alternativa a las calderas de gas y gasóleo. Esto no solo se debe a la creciente preocupación por el calentamiento global, sino también a la búsqueda de métodos de calefacción que supongan un menor gasto. Veamos a continuación cuál puede ser el gasto aproximado que te supondría el disponer de una bomba de calor en tu hogar.

    Si dispones de caldera de gas o gasóleo, debes saber que funcionan con una eficiencia del 90%, aproximadamente. En comparación, una bomba de calor puede llegar a tener de manera estimada una eficiencia de hasta el 300%, es decir, puede llegar a generar más del triple de calor a partir del mismo uso de electricidad.

    Para que te hagas una idea, aunque depende de varios factores como puede ser el clima del lugar donde vivas, así como de el uso que realices de la calefacción, un hogar de tamaño medio puede llegar perfectamente a necesitar entre los 10.000 y 13.000 kWh para calentarse durante un año.

    Si instalas una bomba de calor que tenga un COP (unidad que determina la eficiencia de una bomba de calor a través de la relación entre la potencia que extrae y la que genera) de tres, la energía de la que necesitará en un año para aclimatar tu casa será de entre 3.000 y 5.000 kW de electricidad aproximadamente.

    Si por el contrario dispones de radiadores eléctricos, estos consumen 1kW eléctrico por cada kW térmico. Esto quiere decir que, si durante un año tu hogar necesita de 12.000 kWh para calentarse, el consumo será de 12.000 kWh, ni más ni menos. Con una bomba de agua de COP tres, como ya hemos visto, su consumo es tres veces menor, por lo que su gasto sería de 4.000 kW al año, de manera estimada.

    Por supuesto, todo esto siempre variará en función de la eficiencia de la propia bomba de calor de las características de tu hogar, como por ejemplo de su aislamiento o del uso que hagas de la calefacción. Del mismo modo, el precio que desembolses por la energía utilizada depende a su vez de la tarifa energética que como usuario tengas contratada.

     

    Ventajas e inconvenientes de la bomba de calor

    Como todo sistema de calefacción, la bomba de calor tiene sus ventajas y sus inconvenientes que debes conocer si estás pensando en instalar este sistema en tu casa. ¡Vamos a conocerlas!

    Sus inconvenientes no son muchos, y siempre dependerán de cuánta molestia te supongan como usuario/a, así como de tus propias necesidades. Podemos destacar algunos como:

    • Requieren la instalación de una unidad exterior.
    • A temperaturas muy bajas, puede que su funcionamiento óptimo se vea comprometido.
    • Una vez apagas el sistema, el calor desaparece bastante rápido.

    En cuanto a sus ventajas, las principales son:

    • A pesar de que requieren la colocación de una unidad exterior, su instalación es económica, rápida y apenas requiere de obras
    • Es un sistema muy eficiente y no contaminante. No producen residuos, CO2 ni ningún otro gas contaminante.
    • Su consumo es muy reducido
    • Su mantenimiento es sencillo y económico

     

     

    Sin duda, la bomba de calor es un sistema muy interesante a tener en cuenta si buscas calentar tu hogar con un sistema de autonomía eficiente que te permita conseguir un mayor ahorro en tu factura de la luz cada mes.