El autoconsumo solar es el consumo directo de la energía eléctrica producida por los paneles solares instalados, normalmente, en la cubierta de la vivienda o negocio. Existen distintos tipos de autoconsumo: el individual y el colectivo.
- Autoconsumo individual. Durante las horas de sol, los paneles solares instalados en la cubierta captan la radiación solar y la convierten en energía apta para el consumo en la vivienda o negocio. Por otro lado, en las horas en las que no hay sol, la vivienda o negocio consume energía de la red. En el caso de haber excedentes, es compensada en la factura mensual.
- Autoconsumo colectivo. Se caracteriza por el aprovechamiento de varios consumidores de la energía solar producida por una instalación fotovoltaica. La posibilidad de compartir energía con otros consumidores supone que las instalaciones se rentabilicen mucho antes.
Los componentes de una instalación fotovoltaica son:
- Los módulos o paneles fotovoltaicos, que recogen la radiación solar.
- El inversor, que es el que convierte la energía solar en energía válida para el consumo.
- La estructura soporte, sobre la que se monta la instalación.
Pero, ¿Cuándo funciona la instalación?
Las placas solares siguen funcionando en días nublados o lluviosos, pero la producción disminuye. No obstante, la instalación no produce energía por la noche debido a que necesitan unos mínimos de luz para generarla. Además, las instalaciones tiene una vida útil de más de 30 años, siendo una inversión energética a lo largo del tiempo.
Las instalaciones de autoconsumo colectivo se pueden ubicar en el tejado de un edificio para poder distribuir la energía entre los vecinos. Algunas de las principales ventajas del autoconsumo colectivo son:
- Permite el acceso a energía solar a todo tipo de viviendas. Pueden disfrutar de autoconsumo aquellos vecinos o negocios que no tienen espacio en sus tejados o apartamentos, reduciendo sus emisiones de CO2.
- Menor inversión inicial. Al ser realizada entre varios participantes, es más económica que entre una sola persona. Esto se debe a que se aprovechan las economías de escala y no es necesario duplicar elementos clave de la instalación.
- Recuperación de la inversión más rápido. Al reducirse la inversión inicial, se acorta el periodo de la amortización, por lo que el ahorro será mayor que en una instalación individual.
La mayoría de instalaciones producen más energía de la que consumen, produciendo excedentes. La batería es el sistema que permite almacenar estos excedentes para poder utilizarlos durante las horas en la que no hay luz solar. Si tienes algunas de estas dudas, te las resolvemos:
- ¿Cómo funciona una instalación con baterías? En el momento en que la generación de energía es superior a la demanda del hogar, la energía se cargará en la batería y, cuando este cargada, los excedentes se envían a la red y se compensa en tu factura.
- ¿Necesito una batería en mi instalación? No es necesario, pero es el complemento perfecto para sacarle un mayor partido a la instalación, maximizando los ahorros y logrando más independencia de la red eléctrica.
- ¿Cuánto tiempo dura una batería? La vida útil de las baterías es de unos 6.000 ciclos de carga y descarga, es decir, de más de 15 años.
- ¿Hacen falta baterías para que funcione la instalación? No es necesario, pero es capaz de optimizar la instalación, ya que puede almacenar la energía producida para aquellas horas en las que no hay sol.
- ¿Qué ventajas puedo obtener de su instalación? Puedes obtener un aumento de la rentabilidad de la instalación, una mayor independencia de la red y un aumento del ahorro en tu factura de hasta el 80%.
- ¿Es el momento de invertir en baterías solares? Sí, ya que el coste de las baterías se ha reducido en los últimos años, han subido los precios de la luz y existen subvenciones a la instalación de la misma que permiten ahorrar un 70% del precio estimado.
La instalación ideal es aquella que mejor se adapta a tu nivel de consumo y el tamaño disponible en el tejado, en relación con la radiación solar de tu localidad. No hace falta ningún requisito, basta con que haya espacio suficiente en el tejado y que este, reciba la radiación solar de forma directa sin sombras.
En relación con el proceso de instalación, es necesario contar con los permisos de obra del Ayuntamiento, y una vez obtenido, el proceso puede durar de 1 a 3 días. Este proceso es muy corto y tiene un impacto mínimo en el interior de las viviendas, el cuál se realiza con los mayores estándares de seguridad. Si quieres saber más sobre los daños que cubren los seguros, contacta con tu aseguradora para incluir la instalación ampliando el continente de la póliza.
Por otro lado, las viviendas sólo tienen que pagar las tasas correspondientes a la licencia de obras. En muchos ayuntamientos existen bonificaciones en el ICIO para viviendas que instalan estos sistemas. Y recuerda, puedes mantener el bono social, solo tienes que contactar con tu comercializadora de referencia y solicitar el cambio del contrato a suministro con autoconsumo.
Existen diferentes tipos de ayudas a la instalación de energía solar, tanto a nivel municipal, como autonómico:
- IBI. Algunos ayuntamientos ofrecen bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de un 30-60% durante unos 3-5 años, y en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras para viviendas en las que se instalen estos sistemas.
- IRPF. Algunas comunidades autónomas ofrecen una deducción en el IRPF aplicable para este tipo de instalaciones.
- Subvenciones. Algunas CC.AA ofrecen subvenciones dentro de programas de mejora de la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se incluyen algunas ayudas directas que cubren hasta un 40% del coste de la instalación en el caso de particulares y empresas (y hasta un 65% si se cuenta con baterías).