¿Qué potencia de luz contratar para una segunda residencia?
Contratar la potencia de luz adecuada es fundamental tanto para tu vivienda habitual como para una segunda residencia con el objetivo de garantizar que el suministro sea eficiente y evitar pagar de más en la factura de la luz.
Lo cierto es que, al vivir de manera esporádica en este tipo de viviendas, se tiende a pensar que lo mejor es contratar una potencia mínima para ahorrar en la factura de la luz. Sin embargo, el problema surge cuando estamos disfrutando de nuestra segunda residencia, consumimos electricidad y “saltan los plomos” porque la potencia contratada no es suficiente. Por eso, lo ideal es contratar la potencia necesaria para asegurarnos de que todos los aparatos eléctricos pueden funcionar a la vez sin grandes problemas.
¿Cómo saber cuál es la potencia adecuada? Para ello, te recomendamos que consideres algunos aspectos clave que determinarán la potencia necesaria para tu segunda vivienda:
- Dimensiones de la casa.
- Electrodomésticos y aparatos eléctricos que se van a utilizar al mismo tiempo.
- Uso de aire acondicionado o sistemas de climatización.
- Número de personas que habitan en el inmueble
- Hábitos de consumo
Este último punto es clave para elegir cuál es la mejor tarifa de luz para tu segunda residencia, ya que, al hacer estancias más cortas, es más fácil identificar de manera más precisa cómo son los hábitos de consumo del hogar. Por ejemplo, si tienes una vivienda vacacional en la playa o con piscina, sabes que la mayor parte del día lo pasarás fuera y solamente estarás en casa durante la noche. Por eso, las tarifas con discriminación horarias resultan muchas veces la mejor opción para este tipo de residencias.