Ya te hemos hablado de las energías verdes más importantes en España: la eólica, la hidráulica y la solar. Estas fuentes renovables son cada vez más protagonistas dentro de la generación de electricidad en nuestro país por su carácter inagotable, limpio, económico y fiable.
Además de estas tres grandes fuentes de energía renovable, existen otras que son menos conocidas. Aunque su peso en la producción de electricidad en España es mucho más reducido que el de la eólica, la hidráulica y la solar, también contribuyen a que tu negocio reciba energía verde cada día para desarrollar su actividad.
Hablamos principalmente de la biomasa y el biogás, los residuos renovables, la energía hidroeólica y la hidráulica marina. Aunque también se contabiliza como renovable la producción eléctrica a partir de energía geotérmica, esta es residual.
Entre todas, sumaron en 2017 el 2,1 % de la potencia renovable instalada en España, el 1 % del total de la potencia instalada en España y el 1,7 % de la producción total de energía eléctrica. En total, durante ese año generaron 4.512 GWh.
De todas ellas, la producida a partir de biomasa y biogás es la que mayor cantidad de potencia instalada tiene, concretamente 853 MW. Le siguen los residuos renovables, identificados como el 50% de los residuos sólidos urbanos, con 162 MW. Por su parte, la energía hidroeólica cuenta con 11 MW instalados, mientras que la hidráulica marina dispone de 5 MW.
Aprovechar los residuos
El aprovechamiento de residuos sólidos urbanos o de la biomasa para producir electricidad es una alternativa muy atractiva. Lo mejor de estas fuentes de energía es que no solamente son renovables, sino que contribuyen a eliminar desechos del medio ambiente. A diferencia de otras energías verdes como la eólica, la hidráulica o la solar, no dependen de factores climatológicos para encontrarse disponibles.
Cuando hablamos de biomasa y biogás, definimos una fuente de energía que procede de la materia orgánica. De hecho, la biomasa, que es necesaria para obtener biogás y generar electricidad, procede de restos de vegetales y animales que se convierten en energía. Basura orgánica, restos de madera o aguas residuales son algunos ejemplos de recursos que conforman la biomasa, aunque esta también se puede obtener de cultivos realizados con fines energéticos y residuos industriales.
La biomasa se suele transformar en electricidad mediante dos procesos: combustión o gasificación. Así, se puede quemar en plantas que aprovechan el calor para transformar agua en vapor, que posteriormente mueve una turbina para producir energía eléctrica mediante un generador.
Por otro lado, la biomasa se puede emplear para producir biogás. Para procesar los residuos y obtener el biogás se utilizan unas instalaciones denominadas biodigestores. Las bacterias presentes en la biomasa y que participan activamente en su descomposición producen gases como el metano o el dióxido de carbono, que posteriormente conforman el biogás que se empleará como combustible para producir electricidad.
Procesos similares se siguen con los residuos sólidos urbanos renovables, que también se suelen transformar en electricidad a través de procesos de gasificación o combustión.
Energía hidroeólica
Un ejemplo de combinación de fuentes de energía renovables para producir electricidad es la central hidroeólica que se encuentra en la isla canaria de El Hierro. En 2017, esta central empleó la energía procedente del agua y el viento para cubrir el 46,5 % de la generación anual de la isla simplemente con energía renovable. Concretamente, en el mes de julio soportó el 80% de la demanda eléctrica de El Hierro y durante ocho días de junio la cobertura en la isla fue 100% renovable gracias a esta instalación.
Básicamente, esta central combina la acción de un parque eólico con otro hidráulico de generación por bombeo, que emplea dos depósitos de agua situados a diferente altura.
Cuando hay viento, el parque eólico se encarga de producir la energía para la red eléctrica de la isla, mientras que su excedente se deriva a la estación de bombeo. Esta instalación utiliza la energía sobrante para bombear el agua del depósito inferior a otro más elevado. Si el viento para, esta instalación hidráulica deja caer el agua hacia el depósito inferior para obtener energía hidroeléctrica.
Esta central permite aprovechar al máximo la energía eólica, ya que actúa en cierto modo como un sistema de almacenamiento de su excedente de producción. Esto quiere decir que se puede aprovechar prácticamente todo el potencial generador del viento, al utilizar la energía sobrante para subir el agua al depósito superior. Así, se podrá emplear posteriormente bien para cubrir picos de demanda, o bien en aquellos momentos en los que los molinos no puedan funcionar por falta de viento.
Energía hidráulica marina
La energía hidráulica marina aprovecha la energía generada por la fuerza del agua del mar para transformarla en electricidad. Existen varias maneras de aprovechar esa energía, como por ejemplo a partir de la fuerza de las mareas (mareomotriz) o de las olas (undimotriz).
En España funciona una instalación pionera en el mundo en aprovechamiento de energía hidráulica marina para inyectar energía eléctrica a la red de manera regular. Se trata de la planta undimotriz de Mutriku (Guipúzcoa), que lleva en funcionamiento desde el año 2011.
Esta planta contiene una estructura cuya parte superior presenta una cámara de aire, mientras que la inferior permanece sumergida en agua. Al llegar una ola, el nivel de agua aumenta dentro de la cámara, por lo que desplaza el aire y mueve una turbina. Al retirarse la ola, el nivel de agua baja y el aire se mueve en dirección contraria. La turbina, que es reversible, aprovecha así la fuerza generada por ambos flujos de aire para alimentar a un generador que produce energía eléctrica.
Con estas fuentes completamos el recorrido por las energías renovables a partir de la cuales se produce electricidad a nivel comercial en España. Se trata de una energía verde cuyas ventajas ya puedes disfrutar en tu negocio. Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros para empezar a utilizar la energía eléctrica más limpia y sostenible en tu empresa.